¿QUIÉNES SOMOS?

El blog "En los zapatos de mi hij@ adolescente" ha sido elaborado con la misión de ayudar a padres y madres de adolescentes a comprender mejor a sus hijos/as: los cambios que están viviendo, sus nuevas relaciones, a qué dedican su tiempo de ocio...
El equipo profesional que gestiona esta plataforma está compuesto por dos profesionales de la psicología, un profesional de trabajo social, y un profesional de educación social.

sábado, 8 de junio de 2013

Las pisadas de hoy: CAMBIOS FÍSICOS DURANTE LA ADOLESCENCIA

Odio mi cuerpo.
Últimamente evito mirarme al espejo. Me veo demasiado alto para tener 13 años. Se me han quedado cortos los pantalones, y de repente mi cara está llena de granos. Eso es lo peor: los granos. Los tengo por toda la frente y la nariz. A veces me sale uno exageradamente grande, y me lo exploto (aunque mi madre me dice que me esté quieto, que se me quedarán cicatrices, ella no entiende lo que es ir al instituto con eso en la cara).
El otro día me llamaron Ferrero Rocher. Fue el imbécil de Antonio, que como él no tiene acné… Le di un empujón y lo tiré al suelo. No quería ser tan bruto, pero es que no controlo mi fuerza. Eso no está tan mal: soy el más alto y el más fuerte de la pandilla. Mi padre me ha prometido que cuando cumpla 15 podré apuntarme al gimnasio: me podré petado. Ahora tengo que conformarme con la natación.
Pero tampoco está mal. Me están saliendo pelos, y creo que la tengo más grande. A veces, cuando llaman por teléfono y lo cojo yo, me confunden con mi padre. La voz me va cambiando. Me gusta tenerla grave, aunque a veces me juega una mala pasada y me salen gallos cuando grito.
En realidad, puede que no odie mi cuerpo. Si tan sólo me desaparecieran los granos…

***
Odio mi cuerpo.
Ayer me vino la regla, y estoy amargada. ¡Tengo sólo 11 años! A Raquel también le ha bajado ya, así que la llamé a ella por teléfono. Somos las únicas del grupo que “ya somos mujeres”. Odio esa expresión, y es la que utiliza mi madre cuando quiere hacer referencia a cualquier cosa relacionada con la regla.
Me han crecido los pechos, y me siento muy incómoda. En Educación Física los niños se ríen cuando el profesor nos pone a correr. Me aprieto el sujetador para que no me boten, pero es inútil. Me he empezado a depilar las piernas. Es un rollo, pero me gusta como quedan: suavitas. Raquel dice que le encantan mis piernas, que son como de una modelo. A mí también me gustan, la verdad.
Creo que es lo único bueno de todo este lío de cambios. Porque ni yo me entiendo. Estoy tan normal, y de repente me pongo triste, o me enfado. Hay días en los que me levanto perfectamente. Ahora, otros en los que es mejor ni hablarme.
Aunque, bien mirado, hoy me he levantado bien. No odio demasiado mi cuerpo. Hoy me veo guapa. Creo que llevaré pantalones cortos, y me dejaré el pelo suelto para ir a clase…


2 comentarios:

  1. Mi pequeño ya no es el que era… Desde que cumplió sus 14 añitos ya no quiere relacionarse con la familia como antes hacía. Ahora sólo quiere estar con sus amigos, y se encuentra todo el día irascible. No sé si esto es algo pasajero o mi hijo ya ha cambiado para siempre. Me gustaría que pudieran explicarme qué le puede estar pasando y si ya no hay vuelta atrás. Carmen

    ResponderEliminar
  2. Hola Carmen, los adolescentes pasan por cambios importantes durante esta etapa. Piensa que están madurando para ser capaz de afrontar más adelante la adultez. Las relaciones con los iguales cobran en estas edades una mayor importancia de la que tenían antes. Es positivo que tu hijo ya no sea el mismo porque significa que día a día se está volviendo más inteligente y está madurando. En el post: “Huellas para comprender: cambios físicos” explicamos los cambios que sufren los adolescentes durante estos años, esperamos que te sirva de ayuda. Por último, comentarte que las relaciones con los familiares cuando pasa este periodo vuelven a ser como antes, incluso mejor, así que por eso puede estar más que tranquila.

    El equipo profesional.

    ResponderEliminar